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¿Por qué parece que a los tutores les cuesta pagar una consulta veterinaria?

¿Cómo podemos hacer para que el tutor de la mascota entienda realmente el valor que tiene su visita a nuestra clínica?. Aquí es donde entra en juego la comunicación estratégica.

En el día a día de las clínicas veterinarias españolas, es común enfrentarse a una problemática recurrente puesto que los tutores de mascotas a menudo no comprenden ni valoran adecuadamente el coste real de los servicios que se les ofrecen y por eso parece que les cuesta pagar una consulta veterinaria. Además, esta situación se ve agravada por la percepción de que los precios son elevados, cuando en realidad, comparados con otros países europeos, los servicios veterinarios en España son considerablemente más económicos.

Testimonio desde la trinchera clínica

"Es lunes. Ocho de la mañana. Primer caso del día: un golden retriever con la oreja como un horno. Lleva días rascándose y sacudiendo la cabeza. Tras escuchar el clásico “le he limpiado con suero e incluso vinagre -como me recomendó mi cuñado-, pero no mejora”, pasamos a la acción. Primero, exploración completa y otoscopia: hay inflamación, secreción ceruminosa oscura y un olor inconfundible. El tímpano no se ve, pero no hay signos de perforación evidente. Luego, recogida de muestra con hisopo para hacer una citología y la observación microscópica. Todo esto, explicado con detalle, con dibujos incluso. Y al final, el presupuesto: 89 euros, que incluye consulta, otoscopia, citología, informe y medicación tópica inicial. Silencio. La tutora me mira como si le hubiera pedido el rescate de un secuestro.

-¿Tanto por mirarle la oreja?"

Veterinaria clínica. Clínica de pequeños animales, Tenerife

Parece que la clave puede estar en ayudar al tutor a entender que no se está "mirando una oreja" puesto que lo que realmente se está haciendo es una consulta clínica completa: se recoge la historia del caso -anamnesis-, se realiza una exploración general y otoscopia con el instrumental adecuado, se toma una muestra con técnica correcta, se prepara y tiñe para citología  y se interpreta al microscopio, algo que requiere formación, experiencia y criterio diagnóstico. Todo esto lleva entre 20 y 30 minutos de trabajo clínico, durante los cuales también se informa, se educa y se establece una prescripción individualizada....Además, muchas veces se incluye el seguimiento, es decir, no se paga por una oreja, se paga por un proceso clínico completo y una toma de decisiones responsables orientadas a resolver un problema de salud.

Para empezar...¿cuál es el contexto económico de la veterinaria en nuestro país?

A estas alturas ya casi todos tenemos claro que hay muchos tutores a los que les cuesta pagar una consulta veterinaria pero para entender  bien esta problemática, es esencial contextualizar la situación económica de la profesión veterinaria en España.

  • Según datos de 2024, el salario medio de un veterinario en España es de aproximadamente 23.700 euros brutos anuales, una cifra que varía según la experiencia y la ubicación geográfica . Además, casi el 50% de las clínicas veterinarias en España ingresan menos de 50.000 euros al año, mientras que solo un 18% supera los 200.000 euros, cifras significativamente inferiores a las de países como Reino Unido o Suiza.

Pero ¿somos caros si nos comparamos con nuestros vecinos europeos?

En contra de lo que parece ser  la percepción generalizada, España no es un país caro en cuanto a servicios veterinarios, de hecho, según el informe VetSurvey 2021 (FECAVA/FVE), nuestro país se encuentra entre los que tienen las tarifas más bajas de Europa Occidental.

  • En el Reino Unido, por ejemplo, una primera consulta puede alcanzar fácilmente entre 80 y 100 libras (es decir, entre 95 y 120 euros), y en los países nórdicos, como Noruega o Suecia, las tarifas rondan los 100 a 130 euros por consulta. Estos datos se basan en encuestas a más de 7.000 veterinarios europeos. (Fuente: VetSurvey 2021, FECAVA-FVE).

Entonces, ¿por qué no se percibe el valor real de una consulta veterinaria aquí?

Desde la perspectiva de la neurociencia aplicada al comportamiento del consumidor, el problema para estar bastante claro: los tutores no perciben lo que no ven y, debemos reconocer que, en muchas consultas veterinarias, hay una gran parte del trabajo clínico que es invisible para ellos.

Lo que el tutor ve es esto: su perro entra con una oreja roja y sale con un bote de gotas. Lo que no ve -ni se le explica muchas veces- es el proceso diagnóstico que hay detrás: la exploración completa, la otoscopia, la toma de muestra, la preparación y tinción de la citología, la interpretación al microscopio, el razonamiento clínico, el tiempo invertido, la toma de decisiones y la prescripción basada en evidencia. Y si no se muestra ni se narra ese proceso, el precio se interpreta como “pagar por cinco minutos y unas gotas”

¿Y ahora? Pues nos toca contar lo que cuesta para que entiendan lo que vale

¿Cómo podemos hacer para que el tutor de la mascota entienda realmente el valor que tiene su visita a nuestra clínica?. Aquí es donde entra en juego la comunicación estratégica.

Como hemos comentado anteriormente, para que el valor de lo que hacemos se perciba, primero lo tenemos que hacer visible. Para ello, debemos explicar el proceso clínico paso a paso, con un lenguaje cercano pero preciso, ayudando así a que el tutor entienda que no está pagando por “mirarle la oreja”, sino por un acto médico completo, incluso enseñar el microscopio durante la consulta o mostrar cómo se tiñe y se interpreta una citología convierte lo invisible en comprensible. Además, también el presupuesto puede convertirse en una herramienta pedagógica ya que cuando se desglosan conceptos como la consulta, las pruebas diagnósticas o el seguimiento, se transforma lo que parecía “un precio” en una inversión clara y razonada.

Asimismo, si te atreves, las comparaciones son nuestras grandes aliadas: ¿cuánto cuesta una consulta médica privada sin pruebas? ¿y una revisión del coche con diagnóstico de motor? ¿Qué precio tiene una peluquería canina frente a una citología interpretada por un veterinario con siete años de formación y años de experiencia clínica?. No se trata de justificar precios, sino de visibilizar el conocimiento, el tiempo, la tecnología y la responsabilidad detrás de cada decisión clínica. La medicina veterinaria no es un producto, es un servicio cualificado y esencial. Y solo cuando aprendamos a comunicarlo con claridad y convicción, dejaremos de disculparnos por lo que vale.

En este escenario, es importante señalar que los tutores que cuentan con un seguro de mascotas suelen presentar menos dificultades a la hora de afrontar los costes veterinarios. El seguro actúa como un intermediario que amortigua el impacto económico directo, facilitando el acceso a pruebas diagnósticas, tratamientos y seguimientos sin que el tutor deba valorar cada coste de forma aislada. Sin embargo, aunque el seguro puede ser un aliado valioso para muchos, no es obligatorio ni generalizado en España, y la gran mayoría de los propietarios todavía asumen directamente el coste de la atención veterinaria. Por ello, sigue siendo fundamental que las clínicas veterinarias refuercen la educación y comunicación con sus clientes para que comprendan el valor real de los servicios, más allá de la mera percepción del precio. Esto no solo mejora la satisfacción y confianza, sino que también contribuye a la sostenibilidad económica del centro veterinario.

La clave para que los tutores comprendan y valoren adecuadamente el coste de los servicios veterinarios reside en una comunicación clara, transparente y educativa, al implementar estrategias efectivas de comunicación y educación, los profesionales veterinarios pueden mejorar la percepción del valor de sus servicios y fortalecer la relación con los tutores, asegurando así una atención de calidad para las mascotas y una sostenibilidad económica para las clínicas.

Debemos recordarles que en veterinaria no cobramos por mirar orejas o patas, cobramos por saber qué mirar, disponer del equipo adecuado, reconocer el significado de lo que vemos, saber cómo actuar, comunicarlo con claridad y asumir la responsabilidad de que ese animal mejore, y todo ello por mucho menos de lo que cobran otros sectores con menor impacto emocional y profesional.

 

 

Fuentes consultadas:

Selectra: Precio visita veterinario: ¿Cuánto cuesta la consulta en España? selectra.es +1 vetsandclinics.com +1 Huffington Post: ¿Cuánto gana un veterinario en España en 2024 con o sin experiencia? huffingtonpost.es Animal's Health: La radiografía de la veterinaria en España: ¿En qué se parecen y diferencian de sus vecinos europeos? animalshealth.es Cadena SER: ¿Cuánto cuesta una consulta en Atención Primaria? ¿Y un ingreso hospitalario? La sanidad navarra actualiza los precios de los servicios cadenaser.com

Este artículo ha sido elaborado tras consultar con diversos profesionales del sector y revisar fuentes oficiales y especializadas para garantizar la precisión y relevancia de la información proporcionada.

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